sábado, 28 de noviembre de 2015

tarea sábado pasado

(Primera persona) Omar: ¡Por fin! He llegado a casa, maldito transporte, cada vez viaja más lento, y nuestro gobierno, ¡qué no hace nada por mejorar el servicio! Y dicen que le van a subir al precio del metro otra vez. ¡Están locos! Sólo dinero que va a parar a sus bolsillos. ¿Y ahora quién llama? De seguro es mi hija Mónica que necesita dinero otra vez, y ese holgazán de su marido que no quiere trabajar, disque ésta enfermo. ¡Le faltan huevos a ese cabrón, para mantener a mis nietos! ¡Y estas pinches llaves que no sé dónde las deje entre tanta pinche basura que siempre cargo! Ya están aquí, a ver si la alcanzo, sino que llame al rato. ¡Qué pasó, pinche perro mugroso! Ven para acá Rufo mión, ¿cuidaste bien la casa?, más te vale huey, por qué si no te dejo sin tragar. Si, si ya voy. Puros recibos de pagos dejan en el zaguán, ¡que me dejen una hermana!, esos putos del banco. ¡Pinche perro! Ya voy, a ver ¡déjame pasar cabrón! Ya está, ahorita te pongo tu comida. ¿Dónde deje las croquetas?, así acá están. A ver Rufo. Ya trágatelas. ¡Por fin juntos! Mi amado sillón reclinable.
(Segunda persona) Rufo: ¡Esta aquí, ya llegó! Mi humano regresa a casa, ¡si es él! ¿Por qué tarda tanto en abrir la puerta? ¿Qué acaso no escucha que suena el aparato donde habla? Tengo hambre. Ya ésta por abrir la puerta, ¿y si me salgo a mear? ¡No! Mejor espero a ver si me trae algo de la comida, de esa, de la que él no se come. ¡Listo! Abrió la puerta, me mira y me habla, pero no entiendo, ¡Ah que mi humano tan tonto, no ha aprendido a ladrar! Paso de un lado a otro, y entre sus piernas moviendo mi cola. Ya quiero estar junto a él, ahí donde el descansa.
(Tercera persona) Sillón: Omar ha llegado a casa, de seguro agobiado, y cargando esa maleta repleta de basura. Cómo todos los días, viene cansado, agotado como ayer, igual que desde hace tres años, que perdió a su esposa Esperanza. Sus hijos le han abandonado, acaso lo visitan dos o tres veces al año, sino es que necesitan algo, de dinero o especie de él. Rufo en cambio, lo espera todos los días, muy a gusto tumbado al sol que ilumina el patio. Pero hoy se ve aburrido de estar sólo. No hablan el mismo idioma, más se entienden perfectamente, cómo si supieran que piensa uno del otro. Y yo aquí esperando a que mi dueño descanse sobre mi tela desgastada, con el televisor encendido y a Rufo a nuestro lado.

Fin              

viernes, 27 de noviembre de 2015

Texto #1 Laberinto

Corre, corre desesperadamente sin dirección alguna. No encuentra salida, vueltas y más vueltas.
El sudor cayendo en tempestad sobre su rostro la obliga a detener su paso. Puede escuchar el estruendo de su corazón y su voz jadeante maldiciendo que las piernas no alcancen para más.
Mira al cielo y un sol burlón le confiesa que su misión es volverla cenizas.
Delirios y nada más, le responde.
Inicia de nuevo el recorrido, caminando. Un olor putrefacto sacude sus sentidos. Al dar la vuelta, descubre las murallas cubiertas de seres decapitados, cada uno sin ojos y con la boca  semi abierta de la cual salen negros capullos.
Sus piernas parecen congelarse y las obliga a huir y dejar atrás el cuadro nauseabundo. Continúa corriendo incesantemente presintiendo que algo va detrás de ella. Su espalda se vuelve hielo negándose a mirar hacia atrás y sigue en movimiento deseando volar.
La siguiente ruta es completa oscuridad pero por alguna razón avanza a ciegas. De pronto, extrañas voces claman su nombre de todos lados, comienza a sentir que corre sobre algo fangoso y a miles de respiraciones a ambos lados de su rostro. Su boca ahora es un desierto y sus ojos vueltos mares.
En un instante cae debido a un fuerte tirón. Quiere gritar y no puede, su propia voz la ha abandonado.
Entonces cierra los ojos y ruega al Astro Rey aparecer y cumplir con su misión. Implora: hazme cenizas, hazme cenizas, hazme cenizas...

Texto #2 Reina

¡Luces, luces luces iluminan la ciudad!
Aquella mujer mirando desde un pequeño agujero no puede evitar mover sus caderas.
Recuerda la última vez que su cuerpo danzó con frenesí incontrolable. Cómo su silueta levitaba poseída y su melena cobraba vida cual medusa. Sus labios salados eran deseados al mismo tiempo que sus zapatillas dibujaban fractales. Sí, una mujer como ella nunca olvida tales sensaciones. Ahora esa algarabía la mantenía despierta fantaseando con los recuerdos, olvidando por un instante que sus captores la han dejado sola.


Música dance

Nelly
     Llega al hotel el viernes a las cinco de la tarde, cargando su maleta deportiva. Su atuendo es simple; un juego de pants y una gorra que limita su rostro ante la despachadora. Como cada fin de mes, se registra en el mismo albergue, pide una habitación sólo para pasar dos noches ahí. Siempre da la misma excusa para estas salidas; dice a su esposa e hijas, que tiene que salir al norte de la república para tomar cursos de informática. Llega a su cuarto y deja su maleta a pie de la cama matrimonial, saca de ella con cuidado su prendas; dos vestidos cortos entallados, uno de color rojo brillante, el otro color humo, las zapatillas negras, las medias de tono natural, la bolsa con todos los maquillajes que le ayudan a verse más mujer, la ropa interior más coqueta que ha encontrado, la peluca rubia y rizada, y su perfume favorito.
     Se desviste y pasa a la regadera, se depila todo el cuerpo, y se da tiempo para disfrutar de la calma y del silencio de aquel lugar. Sale del baño, y cubre su cuerpo delgado con una toalla, otra más corta la envuelve sobre su cabello rizado. Se detiene frente al tocador, y se mira con amor, en verdad se gusta. Prende su celular para escuchar de la aplicación de youtube, un remix de música dance de los años dos mil. Gracias a este son, comienza por sacudir la cabeza alegre, es su noche. Se inspira para arreglarse de la mejor manera, a fin de encontrar lo que busca; alguien con quién pasar la noche, o ambas en su cuarto de hotel. Se despoja de la toalla y pasea por su cuerpo desnudo, sus manos con abundante crema perfumada, acariciando cada centímetro de su piel. Después pasa a colocarse la tanga negra y esconde con destreza su sexo físico; se mete las medias colocando de cada lado   unas tiras de hule espuma que agrandan su cadera, su sostén es rellenado por unas prótesis de silicón de color natural; se mira al espejo y se enamora de sí. Es hora de colorear su rostro, y como cualquier otra, pone sumo cuidado al colocarse las pestañas postizas, pasa a la base líquida para disimular las partes de su piel donde brota la barba, polvos y más polvos van cubriendo su cara, y en cada pincelazo se vuelve una mariposa de colores brillantes, que posan sobre sus parpados. Con un brillo de color carmín pinta sus labios, y pasa a cepillar con los dedos de su mano derecha la peluca espectacular, que tiene sujetada con la mano izquierda, para dejarla un momento sobre la almohada, para pintar sus uñas con un esmalte transparente con brillos. Cae sobre la cama, resoplando a las uñas frescas al ritmo de la música dance. Descansa, tiene una larga noche. Ilusionada encierra el cuerpo de hombre, bajo un magnífico vestido rojo, se abrocha las zapatillas, y por último sujeta a su cabeza la cabellera rubia, dándole un toque sensual. Está lista para salir a cazar. De la maleta toma un pequeño bolso de mano y una chelina de lentejuela gris. Se pasea su perfume por todo el cuerpo, está decidida a que sea una noche inolvidable. Son ya las nueve de la noche, sale del hotel, contoneando su magma figura. Pasa al primer bar que hay sobre la calle, para salir después de una hora sola. Sigue sus pasos hasta el siguiente establecimiento, ya pasada dos horas sale de nuevo sola; levanta la cabeza orgullosa y continua al siguiente antro. Así llega la madrugada, y con ella la soledad para Nelly. Entra al hotel pasadas las seis de la mañana, sin acompañante. No se desespera, a sus treinta y dos años, tiene tiempo para conocer al caballero indicado para ella. Esta misma noche lo volverá a intentar; si no tiene suerte, esperará hasta el próximo fin de mes. Así lo ha hecho desde hace cinco años atrás.              
Fin.

Tropical

Mulata

     Rosal sale de su cabaña al atardecer, su piel morena brilla de juventud y belleza  a sus diecinueve años; sus labios son gruesos de color carmesí, su cabellera rizada extremadamente abultada cae sobre su blusa de manta blanca, su busto es tierno y erguido, y entre estos y su pequeña cintura, bailan los collares de piedras multicolores, la falda amplia hasta sus tobillos esta estampada de flores, para darle a esta mujer, una sensualidad incomparable. Entre sus manos lleva cargando la canasta colmada de orquídeas, para ofrecer a los enamorados que pasean alrededor de la plaza de Calí en Colombia,  y todo para ganarse el pan de cada día.
     Avanza, saludando a su paso a todos los comerciantes quienes la conocen desde que era pequeña al quedar huérfana de ambos padres. Rosal quedo al cuidado de su abuela Lola,  después que su padre matara por celos sin fundamento a su madre, cuando ella contaba con tan sólo cuatro años de edad.
     Llega al centro de la plaza, en el kiosco toca un grupo de mulatos música tropical. Ella baila y ríe, mandando besos con su mano, a cada integrante de la sonora. Es hora de trabajar, y comienza su ronda persiguiendo a las parejas para ofrecerles su mercancía; siempre con una sonrisa, y claro, dirigiéndose a las damas, así cuando ellas toman la flor, los caballeros no se negaran a cumplir tan pequeño capricho. Este truco jamás le ha fallado. Han pasado dos horas, cuando divisa a lo lejos un joven buen mozo, y su acompañante de alto linaje, lo sabe gracias a su porte, con ropa y calzado de la mejor calidad. Sin dudar, se dirige a la señorita ofreciendo la mejor de sus flores, ésta, no se atreve a tomar la bella flor, más el caballero, mirando sin parpadear la hermosura de la marchante, toma del canasto una flor igual de perfecta, para ofrecérsela a ella. La joven que lo acompañaba se marcha disgustada. Mientras que Rosal, agradecida le da la espalda y se marcha. Dejando al joven sin flor, y sin dama para enamorar.
Fin.

Paganini

Caprices
     Caprices danza entre la obscuridad del gran salón, con pisadas sigilosas sobre el piso de mármol helado a esas horas de la madrugada; su objetivo el piano de cola que se encuentra al final de la sala. El recorrido es largo, pero las teclas que brillan  gracias a la luz de la Luna que emana por el gran ventanal, lo inquietan. Quiere estar ahí. Acompañado sólo de su sombra, se monta sobre el sillón de grandes cojines de terciopelo marrón y flores bordadas con hilos de seda, que forman ramilletes de flores multicolores, los acaricia con su manto con la intención de dejar su aroma.  Entierra sus garras sobre los posa brazos, los desgarra con fiereza. Es todo un macho en celo. Intenta distraerse dando un brinco hacia el otro sillón, y luego al otro. Cae, sin daño alguno, es joven e inquieto. Sube a la mesa de centro, esquivando el florero de cerámica china que se tambalea ante el intruso.
     Caprices  husmea la taza de té a medio terminar, que dejara la noche anterior el dueño de todo. La vasija es de color blanco y grabado alrededor con niños que juegan. Saborea la bebida, y el sabor dulce le agrada hasta que se termina la infusión; con la pata jala del tazón y este cae, rompiéndose en partes, los restos de cerámica quedan inertes junto con sus personajes decapitados. Los ignora y se va acercando más y más al  inmenso piano. Unos pasos adelante, se detiene para acicalarse, dando un lengüetazo a su pata derecha, para después pasarla sobre su cara de gestos elegantes. Estira su cuerpo, orgulloso de que no hay quién le reprenda. Sigue adelante, y llega ante el potente instrumento; sube primero al asiento, y se pasea cual equilibrista experto. Se detiene, acomodándose para el gran salto final. Cae sobre las teclas, excitado, mueve la cola dejando caer las partituras del concierto número cuatro de Paganini, ahora camina sobre las piezas de marfil,  imaginando tal vez que en su otra vida fue un gran pianista.            
Fin.

Amor escondido (primer trabajo)

Amor escondido.
     A las afueras del conjunto habitacional San Nicolás Tolentino, en la colonia Lomas Estrella, hace la base los colectivos que parten hacia el metro Taxqueña. Son las 8:40 de la mañana y el pesero poco a poco va ocupando sus lugares. Los pasajeros no disfrazan su malestar por ser día sábado y con un amenazante fin de semana de puente en la Ciudad de México; por la celebración del 20 de Noviembre, día de la Revolución Mexicana. Ocasión perfecta para descansar de más, o tal vez salir con la familia de paseo; siempre y cuando el sueldo alcance para las gastos, las garnachas o los antojos de los niños, ¿y por que no? de los tacos de sudadero en honor del padre de familia por tal hazaña. En fin, es este nuestro transporte que nos lleva a la mayoría; al trabajo, a la escuela, al encuentro con la pareja.
     El microbus cuenta en total al arranque, con tan solo ocho caballeros y seis damas, desde jovencitas en pants, hasta mujeres mayores que intentan iluminar sus rostros gracias al maquillaje. El chofer los pasea por la ruta cual si fuera paseo turístico; su manejo lento, molesta a mas de dos pasajeros, sin que estos puedan hacer nada. Ellos son los que llevan prisa, no el chofer. Una joven que logra acomodarse justo en medio, del lado del pasillo, no ha dejado de hablar por el celular. El brillo en sus ojos delatan su enamoramiento. Por el trayecto, sus risotadas y hasta carcajeadas la ponen en descubierto con los pocos pasajeros que todavía viajan con ella hasta llegar a la base del metro Taxqueña, donde la curiosidad por conocer al amado los invade a todos, pues, es ahí, donde se encontraran. Da alto total el microbus, y dando pasos rápidos, la joven se encuentra a pie de las escaleras, con una mujer a quién saluda con un beso largo en la boca, para después tomadas de las manos, perderse entre el mar de gente que entran para abordar el tren.
Fin.      

jueves, 26 de noviembre de 2015

Texto 3.La valse d´Amelie- Yann Tiersen

Decidió caminar descalza sobre escarcha,
el fuego besaba sus pies e inmortalizaba fidelidad
agachada con sus sueños en alto aunque borrosos,
reían y se burlaban de aquellos pasos en falso.
Veneno en el cuerpo,droga,lagrimas ácidas
recuerdos que tragaban pus y orgullosamente nunca sangraban
mente y corazón que se devoraban sin piedad;
su ser y voluntad le dijeron hola a soledad,
quería jugar con fuego
inocente juego en la tierra del ardor.

Texto 2.Agua de beber. Antonio Carlos

Y ahora que había olvidado como escribir
fue cuando lo supo,el corazón dejo de latir
esa presión baja... dorada,opaca,cristalizada
guarda la magia y autoflagelate a la vista de quien te mata
exclama piedad,tal vez se acercara y besara tus pupilas
deslizara suavemente sus manos por tus mejillas
buscando los puntos cardinales de tu espalda
ya erizada por confesar lozanía a la perpetuidad de su esencia;
contemplando aquel rostro de ojos cansados con murmullos de sinceridad
y destellos de luz cuando no conoce apariencia
sintió un ligero respiro entre cuello y enredadera
como queriendo combinar marea y viento notas y silencios.
Dentro de esa oscuridad,lejos de persivir miedo
pudo sentir seguridad rodeando su cintura hasta llegar al par de hueso ilíaco
que sobresalían como llanuras floreadaspor el desierto de lagunas insomnicas
habitadas por ninfas danzantes
pero solo una,única Luna.


Texto 1.Sonata del diablo. Giuseppe Tartini / Nicolo Paganini

La sombra de aquella niña aislada
callada,siempre tanteando verdes raíces
en espera del sol ya que le gusta ver claramente cicatrices
directrices que se alejan a ras de suelo
pero su vuelo no se detiene,no termina
aún faltan espinas en la boca del miedo.
Camina despistada,inconscientemente extasiada,
data de la Luna y antecede en la escritura
es aquel astro fugaz
colérica alma brillante
egolatra y punzante
esa eres tu,
pequeña gran forma del arte.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Texto 3. Enajenado.


Eran las 7:00 am cuando Toño, un joven de piel morena y de estatura media, se dirigía al puesto de revistas donde trabajaba. No era mucho el trayecto que recorría. Diariamente esa era su rutina: la misma hora y las mismas calles. Tres cuadras lo separaban entre el trabajo y su casa. Avanzaba sin prisa, erguido pero ausente, con la mano derecha metida en el bolsillo del pantalón. Cuidando su paso.

Nada lo sacaba de ese estado. Caminaba perdido en sus pensamientos, sin observar lo que ocurría a su derredor; sin mirar ese paisaje que hace mágica la vida: mujeres barriendo o lavando su banqueta, el sonido de la campana del carro de la basura, los niños que corrían de prisa a la escuela de la mano de un adulto, un hombre con su  puesto de jugos que ambientaba su negocio al ritmo jacarandoso de la canción "el yerberito", tampoco escuchó el trino de los escasos pájaros que anidaban en los árboles ni se percató de la caricia del sol que iluminaba el día.

Nada disfrutó.

Parecía que algo mas importante le robaba el pensamiento, y no era preocupación precisamente, porque su rostro reflejaba alegría, entusiasmo desbordante, su mirada tenia un brillo tan intenso que parecía que el sol había nacido en sus ojos.

Mientras caminaba abstraído por la emoción y sus inseguridades, buscaba las palabras precisas y convincentes para pedirle matrimonio a Maritza, con quien había compartido cuatro años de hermoso noviazgo.

Ese día, respiró el valor mas tierno y se dispuso a darle el anillo de compromiso. Aquel que tan celosamente guardaba en el bolsillo derecho del pantalón.







Texto 2: Sonidos de la vida.

Qué hermoso es escuchar los sonidos dela vida, la candencia de su ritmo da pauta para vivirla. Los acordes atrapan con su armonía abrazando el alma con las notas del tiempo, de los golpes y de la caricias.

Son tan moldeables esos sonidos que podemos elegir la forma en que se quiere escuchar, dependiendo de la suavidad o de la prisa con que los construyas o de la manera con que quieras vivir cada momento.

Esa música que escuchamos y que penetra en el interior nos hace especiales, únicos. Impregna de vida y movimiento nuestra gloriosa existencia.



1.- Vive...

Cuando la vida se te antoje bonita, conviértela en poema. Cruza con tus pensamientos el infinito, navega y mira cuan grandioso es el universo. Disfruta de él, ¡abrázalo!. Y cuando te hayas llenado de su grandeza... Vive!!



sábado, 21 de noviembre de 2015

Rumbo al trabajo

Rumbo al trabajo.


Cada mañana abordo el camión que me acerca al trabajo a las siete y cuarto a.m.; Por lo regular viene vacío a esa hora, puedo sentarme cerca de la ventana y ver el paisaje que me rodea, el autobús viaja a una velocidad constante de 80 km/h lo cual me da tiempo de ver los árboles que rodean la carretera, los tráiler, camiones, coches particulares que por lo temprano del día suelen venir despacio ya que sus conductores suelen venir adormilados, una estatua aparece por la ventana lo que me hace saber que es hora de bajar y empezar la caminata diaria al trabajo.

Me tardo quince minutos aproximadamente caminando de la estatua a la bodega donde estoy,es una carretera larga como dos kilómetros mas o menos rodeada de maizales, una bascula donde los tráiler suelen parar y checar el total de su pesaje, una fábrica que llena el ambiente con un peculiar olor, parece ser una bodega de esencias ya que el olor suele cambiar constante haciéndolo a veces agradable y otras veces insoportable al respirar, por fin después de caminar un buen rato llegó a mi trabajo una bodega en construcción, por ahora no se aprecia su forma ya que aún le faltan muchos detalles para hacerla lucir operable, son más de treinta los que trabajan todos los días tratando de dejarla impecable, por ahora no puedo darles muchos detalles pero esperó pronto contarles como luce por dentro y por fuera.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Un día de tantos

Ella despertó de aquel sueño con el tiempo encima y una peculiar canción que la invitaba a salir de su cama con la intención de interactuar con el mundo.
Muy apresurada salió de su casa,unas pequeñas punzadas de cabeza y lamentos en el estómago por aquel dulce veneno ingerido la madrugada del día anterior;veía a todas las personas en su trayecto por el metro,en aquel espacio vendían estereotipos y críticas,para no hacerla larga,puros tacos de lengua pensaba al ver su cara de desvelo en las puertas de aquel vagón,pero bueno... no hay nada más triste y trágico que una bola de humanoides esclavizados por una pantalla y pequeñas teclas.Aquella chica pensó en armar una revolución ya que aquellos aparatos ni el salario mínimo te brindan y están casi casi entregándole su alma al robo,la enagenación,el aislamiento y a todo esto,pérdida del "ser".
Al salir del metro todo fue mejorando ya que ella le entregaba a aquellos grandes ojos cafés todo el enigma de aquel mar azul que cubría toda la ciudad repleta de hormiguitas dirigiéndose a sus trabajos o simplemente retroalimentándose.
Madrugada

La noche es fría, reina el silencio. Las escaleras transportan a la planta baja: más frío. Alrededor unos muebles con libros de todos tamaños, colores y edades, fieles testigos del conocimiento compartido. Resalta la gran ventana de cristal que se deja atravesar por la luz proveniente de la calle, provocando un vaivén de sombras en las paredes desnudas, simulando así una especie de cine antiguo, en blanco y negro. Una silueta en especial se dibuja sonriente, montando guardia y haciendo juego con la magia de dicho recinto. En frente la puerta de acero cumple su objetivo: una vez afuera, el aire melancólico de la madrugada te eriza la piel. El zaguán luce solitario, sólo inquietan las voces lejanas de cierta gente que parece disfrutar “la hora de la bruja”,  empujándote de un salto de nuevo hacia el interior. A la derecha la cocina parece más lúgubre, sin embargo,  las artesanías mexicanas, la despensa en la alacena, al centro el comedor con su mantel blanco y bordado y los trastes en el fregadero la convierten en un lugar habitable y acogedor. Llama la atención un brillo intenso que se observa desde la única ventana. Desde ahí puedes observar dos bicicletas que han sido abandonadas después del paseo y varios otros juguetes repartidos sin orden alguno.

Y de nuevo el fulgor… al contemplar detenidamente se cuentan varias veladoras colocadas con respeto al pie de tres fotografías cuyas flamas iluminan los rostros de los que son en esta fecha recordados. Las flores de cempasúchil adornan de forma solemne con su amarillo radiante el arco que complementa el altar. El papel picado colorea de alegría los espacios a los que fueron destinados y los dulces típicos forman pequeños cúmulos de sabores. El pan de muerto y la fruta fresca perfuman el ambiente dejando en el olvido la baja temperatura; respirando nostalgia, mirando fijamente el ígneo halo que se forma inexplicable pero tan real como el mismo viento que susurra y mece las plantas, haciéndolas danzar con los espíritus visitantes.

sábado, 14 de noviembre de 2015

Uso de las formas verbales en español

Uso de las formas verbales en español

Indicativo

Presente

Presente actual: indica una acción que incluye el tiempo presente. Esta acción puede ser puntual o durativa.
Ejemplos: En este momento, el ganador entra en la meta. La "operación salida" se efectúa con normalidad.

 

Presente habitual: acción no continua.
Ej.: Los sábados voy a la discoteca.

 

Presente gnómico o atemporal: acción que se desarrolla fuera del tiempo; se usa en sentencias, refranes y definiciones científicas.
Ej.: Los mamíferos son animales vertebrados.

 

Presente histórico: hace referencia a acciones pasadas, situándolas así en una perspectiva más cercana.
Ej.: Cervantes publica el Quijote en 1605.

 

Presente con valor de futuro: anticipa acciones futuras; habitualmente se acompaña de referencias temporales futuras.
Ej.: El próximo viernes salgo de viaje.

 

Presente imperativo: se utiliza para dar órdenes.
Ej.: ¡Tú te callas!

 

Pretérito imperfecto (copretérito)

Su uso general indica acción pasada durativa, sin atender a su terminación (aspecto imperfecto). En relación con otra referencia temporal, indica acción simultánea a ella o interrumpida por ella. Se usa frecuentemente en las descripciones.
Ej.: Mientras caminaba, oía el canto de los pájaros.

 

Imperfecto de apertura o cierre:sustituye al perfecto simple al comienzo o final de una narración, como variación estilística.
Ej.: Aquella mañana, Alfonso salía alegre de su casa. Compró el periódico y se tomó un café. Al rato, entraba en su oficina.

 

Imperfecto de conato: acción comenzada en el presente o futuro y no terminada.
Ej.: Llegas justo a tiempo, porque ya me iba.

 

Imperfecto de cortesía: sustituye al presente, para distanciar cortésmente una petición o pregunta.
Ej.: Buenos días. Quería que me informara sobre un asunto.

 

Imperfecto de contrariedad: sustituye al presente para indicar una acción que no ha producido los efectos favorables esperados.
Ej.: Hoy que íbamos de excursión, se pone a llover.

 

Imperfecto-futuro: sustituye al condicional en la apódosis de oraciones condicionales. Es uso coloquial.
Ej.: Si tuviera dinero, me lo compraba.

 

Pretérito perfecto simple (pretérito)

Su uso normal indica acción pasada terminada (aspecto perfecto). Se usa para narrar.
Ej.: Compró el periódico y se tomó un café.

 

Como variación estilística, sustituye al perfecto compuesto para indicar una acción terminada en el presente, pero que se quiere presentar como alejada hacia el pasado.
Ej.: ¡Por fin terminé!

 

Pretérito perfecto compuesto (antepresente)

Indica acción terminada cuyas consecuencias existen en el presente. Se suele combinar con referencias temporales presentes.
Ej.: Este año ha llovido poco.

 

Sustituye al perfecto simple, como variación estilística, para indicar acciones terminadas en el pasado que se quieren presentar como cercanas.
Ej.: La semana pasada me he comprado una moto.

 

Sustituye al futuro para presentar acciones venideras como ya ocurridas.
Ej.: Dentro de un momento te he solucionado el problema.

 

Pretérito pluscuamperfecto (antecopretérito)

Uso normal: acción pasada anterior a otra acción también pasada.
Ej.: Cuando llegué, ya había salido.

 

Sustituye al condicional compuesto en la apódosis de oraciones condicionales pasadas.
Ej.: Si hubiera tenido dinero, me lo había comprado.

 

Pretérito anterior (antepretérito)

Indica acción pasada inmediatamente anterior a otra acción también pasada. Se usa casi exclusivamente en el registro escrito culto; en otros registros se sustituye por el pluscuamperfecto o el perfecto simple.
Ej.: En cuanto hubo terminado de hablar, se marchó.

 

Futuro (condicionado)

Futuro

Acción posterior al momento presente.
Ej.: Este verano pasaré las vacaciones en el extranjero.

 

Conjetura o incertidumbre en el presente.
Ej.: Ahora mismo serán las diez y media.

 

Sustituye al imperativo o al subjuntivo con valor de mandato, dando así énfasis a la orden.
Ej.: No matarás.

 

Puede sustituir al presente para indicar cortesía o acción atenuada.
Ej.: ¿Querrá usted decirme la hora?

 

Condicional (pospretérito)

Acción posterior a otra acción pasada.
Ej.: Me comentó que se presentaría a las oposiciones.

 

Aparece en la apódosis de oraciones condicionales hipotéticas.
Ej.: Si tuviera dinero, me lo compraría.

 

Conjetura o incertidumbre en el pasado.
Ej.: En aquel momento serían las diez y media.

 

Cortesía: sustituye al presente, de la misma forma que el imperfecto.
Ej.: ¿Podría darme fuego?

 

Futuro perfecto o compuesto (antefuturo)

Acción futura anterior a otra acción también futura.
Ej.: Cuando llegues, ya habré terminado el ejercicio.

 

Conjetura o probabilidad acerca de una acción pasada y terminada (sustituyendo al perfecto compuesto)
Ej.: Ya habrá llegado el correo.

 

Condicional perfecto o compuesto (antepospretérito)

Acción posterior a otra acción pasada y anterior a otra acción.
Ej.: Me dijo que lo habría reparado cuando volviera.

 

Aparece en la apódosis de las oraciones condicionales en pasado.
Ej.: Si hubiera tenido dinero, me lo habría comprado.

 

Subjuntivo

Presente

Valores modales (duda, deseo, mandato, etc.) en presente o futuro.
Ej.: ¡Ojalá llueva!

 

Cuando el mandato es apelativo y afirmativo, se utiliza el imperativo, como variante del presente de subjuntivo.
Ej.: ¡Cállate!

 

Pretérito imperfecto

Valores modales en cualquier zona del tiempo (pasado, presente o futuro) con sentido hipotético.
Ej.: ¡Ojalá lloviera!

 

Sustituye al pluscuamperfecto de indicativo (principalmente la forma cantara). Es arcaísmo.
Ej.: No conseguía recordar el lugar donde lo conociera.

 

Pretérito perfecto

Valores modales en acciones anteriores al momento del habla o a otra referencia temporal presente o futura.
Ej.: ¡Ojalá haya llovido!

 

Pretérito pluscuamperfecto

Acción hipotética (no realizada) situada en el pasado.
Ej.: ¡Ojalá lo hubiera sabido a tiempo! 
  

https://facultystaff.richmond.edu/~ahermida/verbos1.htm

martes, 3 de noviembre de 2015

Sábado 7 de noviembre

Hola a todos, para aquellos que no pudieron venir a imprimir su trabajo, este sábado 7 de noviembre vamos a poder hacerlo. El horario va a ser el mismo, de 10 a 13 hrs. Así que quien lea esta entrada, espero que todos, nos vemos por allá.

Saludos
Evr!