sábado, 5 de diciembre de 2015

El diario de almohada de Carol

Domingo 29 Noviembre
Son las 6:45 am lo sé por que tomé del buró el celular. no me decido a acompañar a mi esposo al trabajo. Tengo hambre. Tengo ganas de ir al baño. Paso al baño, y prendo un cigarro a la vez que me repito. Tengo que dejar de fumar. Sobre mis intestinos recae la presión, el estres por la operación de mi hijo, y falta casi una semana. Mejor bajo a comer algo y luego trato de seguir durmiendo.
Lunes 30
Lo primero que tengo que hacer, es ver la forma de llegar a la colonia Escandón, buscar las férulas de Doyle para la operación de mi hijo. Es temprano y tengo tiempo de ejercitarme, al menos una hora. Voy al baño hacer lo de todos. Me repito; evito equivocarme cuando leo.
Martes 01 Diciembre
5:50 am. El alarma del celular, me ha dejado dormir 20 minutos mas. Les llamo a mis hijos para que salgan a tiempo de casa. ¿Porqué diablos, cuando tengo mi día libre, que es el domingo, no lo aprovecho para dormir mas? Tomo la pastilla en ayunas. Me apuro.
Miércoles 02
Mañana se interna mi hijo para la Rinopatía Obstructiva Crónica y otras cosas, y todo por tener el tabique izquierdo mal acomodado. ¿Desde cuándo? Dice el Doctor, que pudo ser desde el parto. Ya han pasado veinte años. Y con eso esperan lograr que desaparezca su rinitis alérgica. Soñé con dulces en espacios irreconocibles, y yo en busca de una maleta para que lleve mi hijo sus objetos personales.
Jueves 03
Algo distrae mi atención, es la invitación a una fiesta el sábado, con tema de los 80´S. Cabello crespo, minifaldas, camisas amplias, cinturones anchos, zapatos de piso. Quiza, tal vez; dependiendo de cómo salga mi hijo de la opración. Lo más increible, es que amandolo tanto, me invaden estas ideas de desgracia.
Viernes 04
4:50 am. Mi entrada al hospital es a las 7:00 am. Mi hijo entra a cirugía a las 8:00 en punto. Un baño ligero para mí. Ahora comprendo que estos pensamientos de tragedia; no es más que miedo. Este miedo que viene acompañado de ignorancia, de culpa, de inseguridad, de poca fe. Y todavía mi hijo se atreve a dejarnos una despedida en su celular. ¡No! ¡todavía no hijo!
Sábado 05
6:45 am. Me despierta como siempre el tono del mensaje del celular. Es mi hija desde el hospital. Ya dan de alta a nuestro hijo. Tengo tiempo para bañarme e ir por ellos. Espero que ya en casa, todo vaya mejorando. y la recuperación de mi hijo sea pronta. Anda preocupado, ya que comienzan los examenes de fin de cuatrimestre.  

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.